Las luces de la ciudad me hacían pestañear cada vez más rápido y volver a respirar el aire de hace miles de segundos atrás.
Esperé por ti, no puedo creer que rompieras mi vida en muchos pedazos pequeños, y hacerme llorar hasta gritar. ¿Qué necesitabas? ¿Cuánto amor?
Puedo escuchar esa melodía real y retroceder los golpes que quedan fuera.
Ahora te hundes en el fuerte viento que murmura con los árboles, tan solo palabras que ni yo puedo pronunciar.
¿Te atreves a ver los tatuajes en mi piel? ¿Te recuerdan algo? Pero te sientes atado en la silla, tu conciencia, con remordimientos.
Pretendes seguir volando como un ser salvaje, y la lluvia cae como si quisiera abrazar la tierra completamente y eternamente.
Extraño,intenté esperarte. Refresqué mi voz una y cien veces, y solo saboreé el tiempo que vimos crecer y que se desbarató.
Puedo sufrir por esto, pero duele mucho el corazón.
Aún llueve, y ya no puedo intentar esperar... Cuando la luna muera abriré los ojos y veré las luces parpadeantes de la ciudad.
